El hielo ártico está disminuyendo, las aguas del Pacífico
norte están más calientes que nunca y miles de morsas se han visto obligadas a
quedarse en las playas de Alaska cuando deberían estar diseminadas por las
aguas cubiertas de hielo. El fenómeno es un ejemplo del impacto que el cambio
climático está teniendo en la distribución de las especies marinas en el
Ártico. El año pasado 10.000 morsas se quedaron varadas. Este año la cifra se
ha triplicado.
Se calcula que unos 35,000 de estos animales fueron
fotografiados durante el fin de semana, arrastrándose hacia la orilla, al norte
de Point Lay, a unos 500 kilómetros al suroeste de Barrow, la ciudad más
septentrional del continente americano.
La aglomeración de morsas fue fotografiada como parte de un
sondeo anual realizado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de
Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés).
Cada morsa puede sobrepasar las dos toneladas de peso.
Estos mamíferos generalmente descansan en témpanos de hielo
marino del Ártico, pero cuando no están disponibles se dirigen a las playas
cercanas.
Andrea Medeiros, portavoz del Servicio de Pesca y Vida
Silvestre de EE.UU., dijo a la agencia de noticias AP que el movimiento masivo
de animales fue detectado por primera vez el 13 de septiembre y que desde
entonces se han estado trasladando dentro y fuera de la costa. Los observadores
han reportado el avistamiento de carcasas, que podrían ser de animales muertos
en una estampida. El más grande de estos mamíferos semiacuáticos puede llegar a
pesar más de dos toneladas.
Un grupo de científicos estaba en camino al área con el fin
de practicar necropsias para determinar la causa exacta de la muerte de las
morsas, agregó Medeiro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario